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domingo, 10 de abril de 2011

COMPRANDO PANTALONES (o intentándolo)

Esta mañana he ido a Zara.
Mi idea era probarme unos pitis que hace un par de días se compró mi compañera de blog y sin embargo amiga, Güstav.
De antemano tengo que decir que, probablemente debido a mi cuerpo de pera (¡mira que suena mal!), es complicado encontrar un pantalón con el que me sienta a gusto sin probarme previamente una media de ocho modelos diferentes.
Con los pies ardiendo dentro de mis Peep de taconazo, -que sólo a mí se me ocurre llevar con 33 grados de calor en la calle-, respiro hondo y entro al probador.
Allá vamos:

Jeans Baggy. Zara TRF.: 29,95 €

Hummm....muy cómodos, pero ¿otro vaquero más? ¿¿¿otro baggy más??? Además, me quedan demasiado anchos. No pasa nada, a por el segundo.


Pantalón Cremallera. Zara Woman: 25,95 €

¡Me encanta el Color Block! y no me sientan mal del todo, aunque yo buscaba algo más informal. Voy a por el tercero.

Pantalón Pinzas. Zara Woman: 25,95 €

Los he visto a una style-blogger y le quedaban genial. A mí no; tengo demasiada cadera.
A por el cuarto.

Pantalón Pinzas. Zara Woman: 25,95 €

En directo el color es más vivo. Me gustan y me sientan bien. ¿Pero no he entrado buscando unos pitis? ¡¡Estos llevan pinzas!! Los dejo en stand by y voy a por el quinto.

 
Pantalón Color. Zara TRF. : 22,95 €

¡Guau! Los encontré! Informales y cómodos. Me quedan un poco anchos de cintura, pero nada que no pueda disimular con el cinturón.
Me los quedo.
Pues no. Están descosidos y no quedan otros de mi talla.
Pruebo una talla menor. Es cuestión de orgullo. Vuelvo al probador. Sorprendentemente, una talla menos me sienta mejor. ¡Bien!
Con el “orgullo de una labor bien hecha” me dirijo a la entrada, lo que desencadena esta serie de acontecimientos:
Suena la alarma, todo el mundo me mira, seguridad viene corriendo con el pinganillo en la oreja, a mí me falta poco para levantar las manos y tirarme al suelo (lo sé, tengo que dejar de ver CSI), me cogen la bolsa, el cinturón tiene la alarma puesta, cara de interrogación por parte de la de seguridad, cara de pasmo por mi parte, enseño el ticket, me piden disculpas y finalmente... salgo triunfante por la puerta, en esta ocasión sin alarmas delatoras.
¿Y todavía hay quien dice que ir de compras relaja?

2 comentarios:

Lil´L dijo...

A mi ayer se me activó la alarma del bolso (si, si, de ese mismo que hace unos días proclamé como favorito del mes), y las alarmas de algunas tiendas suenan como si estuvieras robando un banco. Me dijo la dependienta que las alarmas de los complementos de Blanco se reactivan ellas solas...
Me gustan los pantalones, de todos los que has puesto, los que más.

Gemmis dijo...

del monedero de blanco estoy yo hasta las narices, menos mal que en el super ya lo saben pero ya me ha pitado varias veces con el consiguiente enrojecimiento de cara